jueves, 28 de junio de 2007

Watchmen II: Los Crimebusters I: El Comediante, Rorschach y Ozymandias

Hoy, tal y como dije ayer, los tres primeros de Los Crimebusters (Los Cazadores de criminales).

Los componentes de Los Crimebusters forman el reparto principal de los personajes que aparecen en la serie Watchmen, y fueron un intento fallido del Capitán Metrópolis de formar, en 1966, un grupo de vigilantes enmascarados heredero de Los Minutemen. En este nuevo grupo de vigilantes, Los Crimebusters, estuvieron: The Comedian (El Comediante), Rorschach (Rorschach), Ozymandias (Ozymandias), Doctor Manhattan (Doctor Manhattan), el segundo Silk Spectre (el segundo Espectro de Seda) y el segundo Nite Owl (el segundo Búho Nocturno).

Hoy hablaré de los tres primeros: The Comedian, Rorschach y Ozymandias. Mañana, haré lo propio respecto a los tres últimos.

Así que, vamos a por los tres primeros.

El Comediante, cuyo auténtico nombre fue Edward Blake, fue el único miembro de Los Crimebusters que también estuvo afiliado a Los Minutemen, a excepción del Capitán Metrópolis. Tuvo una actitud cínica y nihilista sobre la vida y creyó que la mayoría de individuos son incapaces de afectar ni un ápice a la realidad geopolítica del mundo que les rodea. Lo motivaba a El Comediante eran sus propios deseos: era, pues, un egoísta. Fue una persona más bien autónoma, poniéndose del lado de los otros únicamente si los motivos de estos otros eran similares a los suyos. Con una personalidad que en ocasiones rozaba el sadismo, a menudo se vio envuelto en actividades violentas, y se convirtió en un agente del Gobierno durante la Guerra de Vietnam. Casi al final de aquella guerra, una mujer vietnamita a la que había dejado embarazada le atacó, irada y despechada, después de que El Comediante le dejara claro que no la iba a llevar consigo cuando regresara a los Estados Unidos; con una botella rota le rajó severamente la cara, desfigurándolo horriblemente y para siempre. La venganza de El Comediante fue instantánea: la asesinó acto seguido de un disparo a bocajarro; asesinando también de este modo, claro, al hijo que la vietnamita llevaba en su seno. Intentó violar al primer Espectro de Seda, aunque Justicia Enmascarada apareció de manera providencial y logró evitarlo, propinándole una buena paliza (se dijo que fue El Comediante quien posteriormente, en veganza por aquella paliza y por haberse inmiscuido en el intento de violación, asesinó a Justicia Enmascarada). No obstante, El Comediante y el primer Espectro de Seda tuvieron más adelante un breve encuentro amoroso del que nació el segundo Espectro de Seda. Aunque sus acciones fueron abruptas y tuvo una personalidad cruel, El Comediante actuó en ocasiones de un modo que le dibujaba no sólo como una persona de carácter absolutamente egoísta sino también como una persona preocupada por el bienestar de la mayoría: la violencia bestial que demostró en sus actuaciones durante la Guerra del Vietnam la creyó justificada al estar trabajando para su Gobierno, y para la totalidad de su país: los Estados Unidos.

Rorschach fue una persona de moral absolutista (corriente filosófica que opina que ciertas acciones pueden ser juzgadas como correctas o erróneas independientemente del contexto en el que se han subscrito; de acuerdo con esto, la moral es inherente a las Leyes del Universo, o a la naturaleza del Hombre, o a la voluntad o el carácter de Dios, o a alguna otra fuente fundamental, considerando que las acciones son, inherentemente, morales o inmorales). Y fue inflexible en extremo en la respuesta que quiso dar al mal: consideró que éste debe ser castigado, cueste lo que cueste. Sin embargo, y en cierta manera paradójicamente, aseguró que no hay intenciones ni hay moral absoluta que sean impuestas por algo que exista más allá de la mente y la conciencia de los individuos. Su firme oposición al crimen fue igualada por su falta total de empatía por los criminales, a quienes trataba como seres despreciables y ahumanos. Su desprecio por la Ley (de la que pensaba, además, que no era ni válida ni suficiente para combatir el crimen), la Justicia, el Gobierno y la policía fue lo que le impulsó a convertirse en vigilante enmascarado. Mostró poca reverencia por las leyes morales “convencionales”, llegando a tomar medidas drásticas y meridianas para intentar conseguir sus objetivos: la tortura e incluso la ejecución de criminales fueron herramientas que, en ocasiones, consideró. Determinado a no tomarse la vida como si fuera un mero espectador, la existencia del crimen le convierte, lo mismo que a Batman, en un cruzado radical contra el crimen. Tuvo un comportamiento muy extraño en cuanto al sexo, disgustándole tanto los comportamientos homosexuales como la visión, aunque fuera de manera velada o disimulada, de cualquier silueta femenina. Por esto último, no soportó ningún tipo de vestuario que pudiera remarcarla, y por eso le disgustó profundamente el provocativo atuendo del segundo Espectro de Seda.

Ozymandias fue, en lo aparente, el mejor miembro de los componentes de Watchmen. Aun así fue un elitista intelectual que creyó en el utilitarismo (que postulaba que el valor moral de una acción es determinado, únicamente, por su contribución a la utilidad global) y que deseó asesinar a millones de personas inocentes en el intento de preservar la vida de billones de ellas. Como Rorschach, se creyó exento de las normas que rigen el comportamiento de los normales y poniéndose a sí mismo más allá de lo que es la experiencia humana habitual. Tanto su comportamiento como la imagen que tenía de sí mismo apuntan a una personalidad megalomaníaca, mientras que su ciega admiración por Alejandro Magno le dejó en lo hondo del alma el poso de algo parecido a un resentimiento consigo mismo. Ni con su filantropía, ni con sus inventos, ni con sus enormes y multimillonarias aventuras empresariales pudo acabar de expresar, ni de materializar, sus ansias de grandeza. Quiso ser un héroe a la manera de los antiguos, a la manera de Alejandro Magno, pero no pudo. Esto hizo que tuviera, en lo aparente, una cierta indiferencia, que algunas ocasiones rozó la crueldad, por las vidas de la gente ordinaria. Si el Doctor Manhattan pudo ser visto como Dios, Ozymandias, entonces, pudo ser visto, no de manera demasiado oblicua, como el aspecto apolíneo (lo que hace referencia a las artes plásticas, a la belleza, a la nitidez, a la individualidad, a la razón crítica, a la perfección, a la creación, en oposición a lo dionisiaco, que es lo que hace referencia al instinto, al dolor, a la no individualidad, a la pasión orgiástica, al exceso, a la destrucción) de la filosofía de Nietzsche.


Figura 1: Los Crimebusters, según Lego. Detrás: Doctor Manhattan. Enmedio, de izquierda a derecha: Ozymandias, Espectro de Seda, Búho Nocturno y Rorschach. Delante: El Comediante.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estupendo análisis; me gusta el hincapié que haces en la postura filosófica de cada uno de los personajes. Espero la siguiente parte.

Joan Carles dijo...

Amigo Palimp. Agradezco hondamente tu comentario pero, tal y como puse en la primera de las notas en las que he escrito sobre Watchmen, estas están basadas en la información que aparece sobre la serie de cómics en la wikipedia en inglés (aunque, por supuesto, he ampliado la información y he aclarado algún punto que, al leer el artículo de la wikipedia, me parecía un tanto oscuro). No obstante y como antes te decía, muchas gracias, por lo que me toca, por tu comentario.

Oye, y no me negarás que la versión de Lego de los personajes no es buenísima y la mar de graciosa. Estoy redescubriendo Lego. Tiene un montón de cosas memorables. ¿Recuerdas la nota que escribí sobre Damien Hirst? Te recomiendo que busques los dioramas hechos con Lego basados en los mundos de Lovecraft. Hilarantes.

Un saludo.