martes, 22 de mayo de 2007

We can be heroes

A mi amigo Pablo y a mí a veces nos invade la melancolía y nos ponemos tristes. Muy a menudo hablo con él de las cosas que no hemos hecho, de las oportunidades que hemos perdido, del tiempo que nos ha gastado y nos ha hecho mayores. Y de que hubo un tiempo en el que todo esto no lo pensábamos porque aún teníamos el futuro por hacer. No es que el pasado fuera mejor que el presente. Ni que la melancolía que nos entra al hablar de todas estas cosas sea dolorosa pues he de confesar que es más bien una melancolía al estilo de los cuentos de Ray Bradbury: una melancolía que produce una tristeza más bien, digamos, estética. Pero es que al hablar con mi amigo Pablo me doy cuenta de que en el pasado pensábamos en nuestras vidas desde dentro mientras que ahora, ay, pensamos en ellas desde fuera, como si estas fueran un apéndice más de lo que somos y no realmente lo que somos. Y para mí esto es la tristeza.

Sí, sí, el tiempo nos ha gastado y nos ha hecho mayores. Y ha hecho crecer en mí una sensación rara. Como si se hubiera despertado en mí una consciencia real de que en verdad los días de la juventud se alejan y de que lo que me queda es la vida mediocre del que lo tiene todo encarrilado. Quizás es porque ahora ya puedo pensar en un pasado en el que era autónomo y decidía por mí mismo mientras que antes mi pasado se reducía al de la escuela y al de las libretas de caligrafía y al de los “sí, señor profesor” y los “sí papá”; como si, digamos, ahora tuviera un pasado individual de verdad mientras que el de entonces fuera más bien un pasado fundido con lo familiar y lo escolar. O quizás es porque he asumido que mucho de lo que un día quise ya no lo voy a poder conseguir. No lo sé. Pero lo cierto es que ocurre que Pablo y yo hablamos de estas cosas, y que al hacerlo nos ponemos tristes.

No hace demasiado nos acordamos de las frases que Salieri dice al final de Amadeus, la película de Milos Forman. Estas frases, demoledoras, cifran buena parte de los sentimientos que más arriba he intentado explicar. Lo mismo que la canción Common People, de los Pulp. Aunque ya la había escuchado, he de confesar que no la recordaba. Pero Pablo la ha redescubierto para mí. Copio las frases de Salieri y la canción de los Pulp continuación:


“I speak for all mediocrities in the world. I am their champion. I am their patron saint. Mediocrities everywhere...I absolve you. I absolve you. I absolve you all."

She came from Greece she had a thirst for knowledge
She studied sculpture at St Martin's college
That's where I...
Caught her eye

She told me that her Dad was loaded
I said "In that case I'll have rum and coca-cola.
"She said "Fine"...
And then in thirty seconds time she said

"I want to live like common people
I want to do whatever common people do
I want to sleep with common people
I want to sleep with common people like you."

Oh what else could I do?
I said "I'll see what I can do."
I took her to a supermarket
I don't know why, but I had to start it somewhere
So it started... there
I said "Pretend you've got no money.
"But she just laughed and said "Oh you're so funny."
I said "Yeah?
Well I can't see anyone else smiling in here

Are you sure you want to live like common people
You want to see whatever common people see
You want to sleep with common people
You want to sleep with common people like me?"
But she didn't... understand
She just smiled and held my hand

Rent a flat above a shop
Cut your hair and get a job
Smoke some fags and play some pool
Pretend you never went to school
But still you'll never get it right
`cos when you're laid in bed at night
Watching roaches climb the wall
If you called your dad he could stop it all yeah

You'll never live like common people
You'll never do what ever common people do
You'll never fail like common people
You'll never watch your life slide out of view

And then dance, and drink, and screw
Because there's nothing else to do

Sing along with the common people
Sing along and it might just get you through
Laugh along with the common people
Laugh along even though they're laughing at you
And the stupid things that you do
Because you think that poor is cool.

Like a dog lying in a corner
They will bite you and never warn you
Look out.

They'll tear your insides out
`cos everybody hates a tourist
Especially one who thinks it's all such a laugh
Yeah and the chip stain and grease will come out in the bath
You will never understand
How it feels to live your life
With no meaning or control
And with nowhere left to go
You are amazed that they exist
And they burn so bright whilst you can only wonder why.

Rent a flat above a shop
Cut your hair and get a job
Smoke some fags and play some pool
Pretend you never went to school
But still you'll never get it right`cos when you're laid in bed at night
Watching... roaches climb the wall
If you called your Dad he could stop it all, Yeah.

Never live like common people
Never do what common people do
Never fail like common people
Never watch your life... slide out of view

And then dance, and drink,... and screw
Because there's nothing else to do

I want to live with common people like you.
etc...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

curiosa entrada, aunque sinceramente creo que es demasiado románticamente melancólica (o melancólicamente romántica), es una constante humana el pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor, pero considero que mientras no puedes cambiar el pasado, si que puedes cambiar el futuro, quiero decir que en el pasado tomaste una serie de decisiones que te han llevado a tu estado actual, y nunca podrás saber que hubiera pasado si hubieras decidido tomar otras decisiones, eso sí lo que puedes hacer es cambiar tu futuro en medida de lo posible, aunque hagas lo que hagas siempre te quedará la duda. Igualmente te recomiendo que te sacudas la melancolía (oh! bella palabra de entre las bellas) y no pienses de manera fatalista, eres dueño de tu futuro muy a tu pesar.

Joan Carles dijo...

Ah, el futuro, el futuro... Amigo mío, yo no creo que sea dueño de mi futuro. Mi entorno, todo lo que he aprendido y todo lo que aprendo, mis recuerdos, mi familia, todo, hasta mi genética, ata de pies, manos y pensamiento a mi destino y lo dirige por un sendero no demasiado ancho. Yo no creo que ninguno de nosotros sea dueño de su destino. Eso sí, es bonito el creerlo. Y es bonito lo mismo tener la esperanza de que el futuro será como tú lo dibujas desde el presente. Ah, la esperanza... que gran consuelo para el Hombre. En tu honor, anónimo amigo, publico la nota del día 29. Muchas gracias por tus palabras, y sé, por favor, enteramente feliz.